Todas las pérdidas crean nudos,
nudos del alma sin sal ni tenedor
servidos en plato frio.
Degustar el miedo
y el acre gusto de la derrota
como kamikaze,
no de la insensatez suicida ,
antes del insumiso desafio.
Cuerdas cortantes
agujereadas piedras
escupitajos en tu rostro
maldito por los sinnombre.
Muerde el temor
y suelto el intestino
saltando barricadas
hasta el deguello.
Ahora hablemos de no-violencia
cuando os han sido arrancadas las lenguas de trapo.
p-d A partir de una canción de Germán Copini , unos versos de Batania y algo de Maria Mercromina.